VIK, un vino que cautiva con su intensidad y elegancia. Este ensamblaje excepcional evoca las reminiscencias de los grandes vinos de Burdeos, Francia, y se destaca por su carácter envolvente y su extraordinaria capacidad de evolución y envejecimiento. Una joya para los coleccionistas de vinos de alta calidad.

• Características: VIK se eleva a lo extraordinario con sus características únicas, combinando elegancia, complejidad, intensidad y frescura en cada sorbo.
  
  
• Variedades: Este ensamblaje se compone de un 76% Cabernet Sauvignon, 24% Cabernet Franc, creando una armonía de sabores y matices en el paladar.
  
  
• Tiempo en barrica: Ha sido cuidadosamente envejecido durante 26 meses en barricas seleccionadas, permitiendo que los sabores se integren y se desarrollen en plenitud.
  
  
• Potencial de envejecimiento: Con un potencial de envejecimiento excepcional de 15 a 20 años, VIK te brinda la oportunidad de disfrutarlo en su máximo esplendor a medida que evoluciona con el tiempo.
  
  
• Maridaje sugerido: Este vino se marida a la perfección con Plateada de wagyu acompañada de puré de betarragas y espárragos grillados. Pastas rellenas con queso de cabra y frutos secos, pesto de albahaca y aceite de trufa. Lomo de cordero con costra de quinoa frita, zanahorias baby y puré de perejil.
  
  
• Temperatura de servicio: Se recomienda servir entre 16°C y 18°C para apreciar todas sus sutilezas y complejidades.

Notas de cata:

El 2020 fue un año fresco donde el verano tuvo temperaturas medias-altas que facilitaron la madurez rápida de los taninos, crocantes y dinámicos. En tanto, el otoño llegó sin sobresaltos, para iniciar la cosecha con fruta madura con tonos burdeos, oscuros y profundos. 

En nariz es muy expresivo, puro, lleno de fruta y aromático. En boca, tiene una estructura de gran fineza, tensión y elegancia. Los taninos son ricos y sedosos, llegando a un vino elegante y vibrante. 

Este ensamblaje 2020 se basa en nuestras dos cepas insignes, que expresan la más auténtica y refinada forma de nuestro terroir. El Cabernet Sauvignon conquista con su estructura firme, con finas frutas rojas, taninos aterciopelados, que llenan el paladar. Mientras que el Cabernet Franc se presenta de forma fina y mineral, balanceado
con una acidez única, que entrega un agradable e inolvidable final.